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Casi todos los días, recibimos mails o mensajes, por LinkedIn y otras redes, con el titular tipo marquesina teatral que promete: ¨Sé tu propio jefe¨. ¿Y a quién no le late un poquito más rápido el corazón y se pone a soñar despierto? Cuando sólo pensamos el sueño, hasta parece fácil y nos convencemos de que si nosotros quisiéramos, verdaderamente quisiéramos, lo haríamos. Y se nos pasa la vida...
Pero como vida hay una sola y la vida transcurre hoy, muchos dan ese saltito de fe, casi cuántico, y ¡Oh critaturas valientes! ¡Emprenden! El argentino en sí, convengamos, es especialista. Pero mucho de lo que vemos es la copia del de al lado. Los parripollos, las canchas de paddle y parece que actualmente, los cafés, son prueba fehaciente de ello.
Hay joyitas. Hay emprendimientos que son originales, son creativos, innovan, llenan un nicho y se llevan los aplausos. Y encima muchos ofrecen productos y regalos sustentables, logran una mirada social y hasta cuidan el mundo. Con ellos hablamos y recopilamos una suerte de claves para que, a la hora de emprender, lo hagas con éxito.
Para Mónica, ser emprendedora es tener ganas de “ser su propia jefe”, poder hacer lo que quiere, con creatividad, sin limitaciones. Es aspirar a creer y apostar a lo que cada uno soñó, con riesgos y valentía de poder afrontarlos; seguir adelante a pesar de las adversidades, ser muy curioso, seguir aprendiendo sobre nuevas tendencias, otros tipos de negocios, etc…
Comenzó este emprendimiento con un socio quien, a los tres meses, le planteó que necesitaba el espacio para seguir creciendo con su propio restaurante. No les quedó otra que dividirse. Y ella tuvo que salir a buscar su propio espacio de producción. Es el día de hoy, doce años después, que él sigue siendo su cliente número uno.
Ser humanos: Wagashi significa “dulce de la armonía”. Trasladar esto desde todos los planos. Desde el núcleo interno, la producción, las chicas que se divierten y se ríen trabajando. ¡Trasladar esto a los productos es indispensable!
"Lo que comés es lo que sentís y lo que ves. Quien disfruta de nuestra pastelería, recuerda ese momento, ya sea una fiesta o simplemente para levantarse el ánimo con algo rico."
Jonathan Erlicher es músico, pero también amante del té. Como en una banda, empezó a mezclar sonidos que aquí eran hebras, para lograr un producto sólido y querido por muchos. Para él, ser emprendedor es ser muchas personas al mismo tiempo y tener muchas ganas de trabajar, pero también saber de marketing, de publicidad, de fotografía, de redes sociales… Sobre todo al principio, que no tenés plata para contratar gente.
Él empezó a hacer tés desde su casa, por puro gusto al té, sin pensar nunca que iba a ser un negocio. Al principio sólo le vendía a conocidos. Hasta que el año pasado, en plena pandemia, se enteró de que Santi Maratea, influencer con un montón de seguidores en Instagram, era fanático del té. Gracias a un amigo de Jonathan que lo conoce, le hizo llegar su producto estrella: Combo de siete tés para toda la semana, nombrado cada uno con un día.
"Él los probó, le encantaron y los mostró en sus historias de Instagram etiquetándome. A partir de ahí mi Instagram explotó. Me llegaban aproximadamente mil mensajes por día, no sólo de gente interesada en comprar, sino también de otros influencers que querían hacer canje."
Ahí se dio cuenta de que no le quedaba otra que crecer: hacer un montón de trámites como monotributo, alquilar un lugar de trabajo, sacar nuevos productos, hasta que llegó el local.
Para Florencia, ser emprendedora es depender de ella y de nadie más, usar la energía disponible para dar lo mejor, manejar sus horarios, animarse a vivir de lo que ama hacer.
"Es un salto al vacío, no tener certezas y practicar la confianza."
Para ella como para tantos otros, lo más difícil fue el comienzo de la pandemia: Tenía un grupo armado que iba a sus clases presencialmente y ante tanta incertidumbre, muchas personas dejaron. Le costó adaptarse a la modalidad on line (la cual ahora ama y valora mucho). Tuvo miedo de no tener alumnos y de que su trabajo ya no tenga valor. Todo con el tiempo se fue transformando y hoy en día sigue con las clases presenciales y on line. Para ella fue esencial confiar en su servicio y tener paciencia y flexibilidad para con los cambios.
Emprender, para Agustina, es una pasión, una forma de vida que motiva. Es innovar, crear, aprender constantemente, asumir riesgos y, sobre todo, aportar valor. Lo primero que tuvo que superar fue la falta de confianza, la creencia de que “si no es perfecto, no me van a elegir”. Para superarlo, se animó a empezar con lo que tenía y podía, convencida de que cada día iba a ser mejor.
Entendemos la cosmética como un elemento de una rutina de autocuidado y bienestar personal.
"Innovación y calidad ante todo: Queremos que nuestro cliente no sacrifique su comodidad y obtenga resultados increíbles eligiendo cosmética consciente. Buscamos que los productos sean cada vez mejores, con ingredientes naturales más eficaces y resultados visibles.
Transparencia: Mostrar lo que hacemos, hablarle claro al cliente e informar en profundidad, para que pueda tomar decisiones de compra racionales y coherentes.
Sostenibilidad 360°: Desde la selección de materias primas, la formulación y fabricación de los productos hasta la elección de frascos, envases y packaging, se hacen priorizando la sostenibilidad y el respeto por el planeta por delante de los costos o beneficios."
Florencia quería encontrar un canal para poder expresarse y mostrar lo que ama hacer a través de sus postres. Siempre que trabajó en relación de dependencia, deseaba poder poner todo de sí a una marca, poder darle su impronta, su sello personal. Y es exactamente lo que logró con Nush. Desarrollar una pastelería clásica pero de forma moderna, volcando toda su creatividad y amor sobre cada pieza que hornean.
Sin dudas, para ella lo más complicado fue manejar el tiempo y espacio. Empezó en su casa y, al principio, acostumbrada a trabajar antes en cocinas enormes, colapsaba de pedidos que creía que podía abarcar y le llevaban a noches enteras sin dormir. Con el tiempo, con mucha organización, y ni hablar cuando abrió el local, todo comenzó a acomodarse. Hoy en día, las fechas especiales siguen siendo un desafío a contrarreloj, pero con trabajo en equipo todo se puede lograr.
"Trabajo en equipo: ¡La clave! Desde proveedores que te traen los insumos necesarios, la cocina, la limpieza. Todos los procesos son claves. Incluso el chico que con todo el cuidado entrega los productos y hace que lleguen perfectos como se fueron desde acá: ¡él también es una pieza fundamental de Nush. Es como un engranaje que hace que todo salga perfecto, ¡todos son igual de importantes!"
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